El colegio Des Cédres en Quebec, Canadá, ha encontrado una ingeniosa forma de ayudar a que sus alumnos con hiperactividad bajen esos picos de energía comunes a su condición: los pupitres-bicicleta. Se trata de unos pupitres con pedales, en los que los estudiantes pedalean hasta cansarse consiguiendo alcanzar de este modo un balance energético adecuado sin necesidad de recurrir a la medicación.
Los niños con necesidades especiales suelen encontrar problemas a la hora de integrarse en las aulas de clase convencionales. Y, en el caso de aquellos que tienen hiperactividad, su necesidad de estar en constante movimiento puede dificultar el desarrollo de una clase “normal”. Para poner solución a este problema, Mario Leroux, profesor de primaria de la institución que tuvo la idea declara que “Se me ocurrió que con este invento podrían hacer como si estuvieran en una bicicleta y, al mismo tiempo, atender a la clase sin interrumpir a los demás alumnos”, dijo a Le Journal de Montreal.
Los docentes del Des Cédres, ubicado en la ciudad de Laval, que ya se están beneficiando de esta idea aseguran que una vez que los alumnos suben al pupitre y empiezan a pedalear, al cabo de quince minutos se encuentran más relajados y logran entrar mejor en la dinámica de la clase. Ponen más atención y no interceden en el aprendizaje de los demás estudiantes.
Desde el punto de vista médico, la idea también está siendo muy bien recibida ya que, en los niños con déficit de atención, las habilidades cognitivas mejoran bastante cuando realizan actividades motoras como pedalear.
Hoy día, es habitual medicar a estos niños con fuertes compuestos que controlan los síntomas de su dificultad. Desde MiraDA defendemos el uso de terapias alternativas y naturales que nos ayuden a controlar nuestra condición y a gestionarla de una manera sana y eficaz. Por ello, consideramos que la idea de estos pupitres-bicicleta es una gran alternativa que podría empezar a aplicarse como una terapia saludable en los centros escolares españoles. Pero no solo para los niños diagnosticados con TDAH, sino para todos. ¿Quién no le da vueltas al bolígrafo mientras escucha una explicación? ¿Quién no mueve una pierna alternativamente mientras espera a que empiece la clase? Es probable esta medida beneficie a muchos más alumnos de los que pensamos, ¿por qué no probarla?
Para que conozcáis un poco más sobre esta iniciativa, adjuntamos un pequeño vídeo sobre ellos.