El ojo humano actúa como una cámara fotográfica donde la luz entra por el iris y donde la pupila es la encargada de regular esa cantidad de luz contrayéndose o dilatándose según las necesidades.
Las imágenes se proyectan sobre un tejido fino, la retina, y es aquí donde se transforman en señales nerviosas que, a través del nervio óptico, llegarán al cerebro. Cuando falla el enfoque, todo este proceso falla. Si la pupila no se ajusta como un objetivo según las necesidades del individuo, aparecen los problemas de visión y por consiguiente, de aprendizaje.
Solución tradicional
En niños, no saben explicar lo que les pasa porque creen que a todo el mundo le ocurre lo mismo. Adoptan malas posturas y ponen mucho esfuerzo para mantener la visión en cerca, gastan mucha energía y parecen agotados tras hacer ejercicios en visión cercana.
Solución MiraDa
Estudio del sistema de enfoque del paciente, tanto de su acomodación como su flexibilidad acomodativa y dependiendo de la dificultad se prescriben lentes especiales de rendimiento valorando la necesidad de trabajar con ejercicios para fortalecer el sistema y eliminarlo los síntomas desde la raíz.