Siete de la tarde, estás delante del ordenador deseando terminar un informe para poder irte a casa y no ves las letras de la pantalla. No paras de masajearte los ojos, las sienes y te duele hasta el cuello. Solo es cansancio. ¿Estás seguro? Lo que padeces no es solo agotamiento, se llama síndrome visual informático y puede prevenirse y curarse.
¿Qué es?
El Síndrome visual informático es una afección ocular producida por el uso continuado de pantallas luminosas. El abuso de este tipo de pantallas provoca una serie de signos y síntomas oculares y visuales que, a largo plazo, pueden llegar a disminuir la calidad de vida de las personas que la padecen.
Entre los más habituales encontramos:
- Picor ocular,
- Enrojecimiento,
- Visión borrosa y fatiga visual,
- Fotofobia,
- Dolor de cabeza, de cuello, de hombros, etc.
¿Qué lo provoca?
Este síndrome puede deberse a diversos factores, pero el más importante es el número de horas que pasamos delante de estas pantallas. A partir de dos horas diarias de uso el síndrome visual informático tiende a aparecer. Aunque también se debe considerar la postura, los descansos, la distancia, etc.
¿Cuáles son las consecuencias de padecer este síndrome?
A nivel visual, la consecuencia más importante es la astenopia, es decir, esa fatiga que surge como consecuencia del esfuerzo ocular realizado y que se relaciona con la acomodación, con los músculos extraoculares y con la sequedad ocular.
A nivel no visual, también hay consecuencias. En este sentido, la postura juega un papel muy importante, ya que influye en nuestro esquema corporal y esto puede afectar a la estructura ósea y muscular.
Finalmente, un abuso en la utilización de las pantallas luminosas puede provocar, a largo plazo, que se produzcan daños irreversibles en la retina, debido a la luz azul que emiten estos dispositivos. A corto plazo, se producen los síntomas mencionados anteriormente, como el ojo seco, la visión borrosa, el dolor de cabeza, etc.
¿Cómo se puede prevenir?
Desde MiraDA queremos ofrecerte una serie de consejos sencillos y muy eficaces que te pueden ayudar a prevenir este síndrome tan común hoy día:
1º) Vigila tu postura. Si la postura no es cómoda, no hay que mantenerla. Por lo tanto, hay que ser consciente de la postura, así como la distancia de trabajo y el confort.
2º) Descansa la vista. Haz descansos programados. Si vamos a llevarnos mucho tiempo utilizando estos dispositivos es muy importante descansar la vista tanto para disminuir el riesgo de padecer el síndrome como para que los síntomas no se agraven. Desde MiraDA te aconsejamos que sigas la norma del 20/20/20 que consiste en apartar la mirada de la pantalla durante 20 segundos cada 20 minutos de uso de la misma a una distancia de 20 pies (6 metros).
3º) Controla la iluminación. Una buena iluminación es fundamental. De esta manera podremos evitar los reflejos sobre las pantallas así como una mala colocación de la misma.
4º) Parpadea. Es un acto prácticamente inconsciente pero por si se te olvida, ¡parpadea! Es fundamental que hidrates tus ojos de manera voluntaria y regular.
5º) Coloca bien la pantalla. Debe estar siempre por debajo de nuestros ojos, la altura máxima que debemos considerar es aquella en la que la parte superior del monitor esté a la altura de nuestros ojos. Además debe estar separado lo suficiente para no acercarnos y poder ver sin esfuerzo.
¿Cuál es el papel del óptico-optometrista antes este síndrome?
Los ópticos – optometristas son los profesionales a los que debemos acudir cuando empecemos a notar algunos de los primeros síntomas mencionados anteriormente. Ellos serán los encargados de evaluarnos y tratarnos en consecuencia.
Una vez detectado el problema, tenemos varias opciones de tratamiento. Por un lado podemos tratarlo con lentes oftálmicas o de contacto que, mediante filtros o diseños especiales hacen que disminuya la incidencia de luz azul o que el ojo esté más relajado cuando trabaja en distancias próximas. Aunque con esto no valdría. Deberemos hacer hincapié en la importancia de la postura, en el evitar los reflejos de la pantalla, en la realización de descansos, en parpadear con frecuencia y en permanecer a una distancia adecuada de la pantalla.
La mayor parte de los síntomas del síndrome visual informático son reversibles siempre y cuando se sigan los consejos de los profesionales. Desde MiraDA queremos recalcar que el papel del óptico-optometrista es fundamental tanto para prevenirlo como para su diagnóstico y posterior tratamiento por ello, si tienes alguna duda, llámanos, estaremos encantados de atenderte. MiraDA, ver bien, para pensar mejor.