Coincidiendo con el Día Internacional de las Gafas de Sol, esta semana dedicamos nuestra entrada en el blog a ellas, las gafas de sol. Queremos recordar la importancia de su uso y es que son un gran aliado de nuestra salud ocular, ya que previenen en gran medida la aparición de patologías oculares relacionadas con la exposición solar, como son las cataratas, la Degeneración Macular o las pinguéculas entre otras.
¿Por qué debemos usar gafas de sol homologadas?
Nuestros ojos tienen una estructura que regula la cantidad de luz que entra al interior, de manera similar al diafragma en una cámara de fotos. Se trata de la pupila. Cuando usamos gafas de sol no homologadas nuestra pupila se dilata porque llevamos cristales oscuros (igual que en una habitación poco iluminada) dejando pasar más cantidad de luz al ojo, pero al no tener una protección adecuada estos cristales permiten pasar toda la radiación ultravioleta. Es decir, estos cristales actúan engañando a nuestros ojos, su uso sería incluso peor que no llevar nada, puesto que si no se usan, al menos, nuestra pupila funcionaría correctamente regulando la radiación ultravioleta que entra al interior.
¿Qué colectivo es el más vulnerable a la radiación ultravioleta?
Los niños. Según los expertos, el 50% de la radiación que entra en nuestros ojos a lo largo de la vida se produce antes de los 18 años. Esto es debido a que las pupilas de los niños suelen estar más dilatadas y el resto de estructuras oculares son más transparentes que las de los adultos dejando pasar así más radiación al interior. Por lo tanto, de igual manera que protegemos su piel con un factor 50, debemos proteger sus ojos con unas gafas de calidad durante todo el año.
¿Existe algún mito sobre las gafas de sol?
La mayoría de la población asocia la protección de este producto al color o la mayor o menor oscuridad de sus lentes, y esto no es CIERTO. La protección dependerá de la categoría. Os dejamos una tabla con todas ellas, siendo la más recomendable para el día a día la 3.
Hoy en día, las gafas de sol son un complemento más de nuestro outfit pero no debemos olvidar adquirirlas en centros ópticos para asegurarnos de que cumplen todas las medidas reglamentarias, y es que las consecuencias de comprar este producto en bazares, puestos callejeros o tiendas no especializadas pueden ser fatales para nuestra salud ocular.