En la entrada de esta semana vamos a hablar sobre la discriminación visual que es la habilidad que nos permite diferenciar a los objetos según su forma y color. Los ojos recogen la información del exterior y ésta es transportada a través del nervio óptico. Tras atravesar varias estructuras llega finalmente al cerebro, concretamente al lóbulo occipital. Una vez ahí, el cerebro empieza a trabajar: primero tendrá que descifrar el mensaje que le ha llegado desde los ojos y luego tendrá que darle sentido. A esa dotación de sentido le llamamos procesamiento de la información y para que sea posible tendrá que usar habilidades tales como la relación espacial, la constancia de forma, la memoria visual… y, por supuesto, la discriminación visual. ¿Para qué usamos la discriminación visual? Gracias a…