
Tener una perfecta salud ocular y una buena agudeza visual es imprescindible, pero no suficiente para que un niño tenga una buena visión. Evaluamos el rendimiento visual optométrico.
Se basan en un sistema de evaluación y tratamiento de los problemas de atención y aprendizaje.
Cuando estos reflejos están presentes más allá de la etapa que les corresponde, se convierten en respuestas “aberrantes” que pueden causar trastornos en el movimiento, incapacidad de mantener una postura cómoda durante cierto tiempo, respuestas exageradas a estímulos ambientales, cansancio frecuente y problemas de comportamiento derivados de su dificultad para permanecer quietos o en reposo.