Al igual que ocurre con la vista y la visión, debemos saber que la agudeza auditiva y la audición no son la misma cosa. Una persona con una agudeza auditiva excelente puede tener una pésima calidad auditiva. No basta oír bien si no se percibe y se comprende sin esfuerzo lo que se oye.

En este libro, el otorrino francés Guy Bérard desgrana la importancia de seguir un programa de reeducación auditiva con música sinfónica. Este tipo de tratamiento nos ayudará a mejorar las dificultades de aprendizaje en niños autistas, disléxicos o personas depresivas. La obra, publicada en varios idiomas, resulta esencial para entender la importancia de oír bien.

Pero, ¿Qué anomalías auditivas se conocen?

Recientes investigaciones han descubierto:

– el procesamiento lento de lo que se oye,

– una percepción desagradable de los sonidos agudos,

– una discriminación incorrecta de los fonemas,

– una lateralización errónea o confusa,

– y una hipersensibilidad en determinadas frecuencias.

Sus efectos en el niño se traducen en problemas graves de percepción y de lenguaje, una pobre comprensión, déficit de atención, dificultad para el aprendizaje, para las lenguas, la ortografía y la música, así como altibajos emocionales, apatía y depresiones. Estos síntomas pueden estar presentes tanto en niños como en adultos.

El objetivo de este libro es hacer entender a los padres cómo pueden ayudar a sus hijos y la importancia que tiene el oír bien para tener un desarrollo cognitivo y emocional adecuado.